La empresa, especializada en sistemas de video de seguridad, que pasó su primera década en el vivero de empresas innovadoras y tecnológicas CEEIARAGON, ha desarrollado nuevas soluciones tecnológicas con Inteligencia Artificial o Big Data para poder realizar el control de la temperatura, de accesos y aforo ante las nuevas exigencias planteadas a raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19.
SCATI ha incorporado nuevos algoritmos de deeplearning en su solución de videovigilancia para que «los clientes cuenten con la tecnología más avanzada en sistemas de seguridad» y puedan «afrontar la nueva normalidad», según ha explicado Raquel Elías, Marketing Manager SCATI.
Los sistemas de CCTV de SCATI son capaces de detectar la temperatura corporal excesiva, reconocer facialmente a los individuos, controlar el aforo de cualquier establecimiento y permitir o denegar el acceso si la persona no lleva mascarilla o bien tiene fiebre, gracias a la Inteligencia Artificial y a la utilización de dispositivos de control de acceso inteligentes.
«Desde el software de gestión de vídeo somos capaces de gestionar estas alarmas de forma inteligente y minimizar los tiempos de respuesta». Además, los sistemas de videovigilancia son capaces también de recoger información asociada a las imágenes (metadata), que facilita la toma de decisiones de otros departamentos como Recursos Humanos, Sistemas, Comercial o Marketing, así como la extracción de conclusiones. «Gracias al Big Data, somos capaces de recoger toda la información obtenida por los sistemas de videovigilancia (metadata), para simplificarla y organizarla de cara a la toma de decisiones».
Los sistemas de termografía de SCATI disponen de analítica inteligente para la identificación de personas a través de detección facial, lo que minimiza los falsos positivos. Una vez detectadas las personas, son escaneadas, pudiendo medir la temperatura corporal de hasta 30 individuos simultáneamente con una gran precisión (±0.3ºC)y a una distancia de hasta 9 metros de una forma rápida y fiable.
Los sistemas de vídeo detectan de forma no invasiva si una persona tiene una temperatura corporal excesiva (fiebre), enviando así una alarma automática al centro de control con el fin de identificar a personas infectadas para proteger al resto de usuarios, minimizar el riesgo de contagio y agilizar la operativa correspondiente de atención primaria de una forma segura.
En aquellos escenarios en los que existe un flujo importante de personas, SCATI ha incorporado a sus soluciones de vídeo unos terminales portátiles para que cualquier responsable -sin necesidad de tener conocimientos-, pueda tomar la temperatura de las personas sin contacto, mejorando así los tiempos de respuesta.
Estos terminales portátiles, a diferencia de los termómetros convencionales, tienen la ventaja de que garantizan la distancia de seguridad entre personas, ya que se toma la temperatura a dos metros de distancia del individuo.
La solución de SCATI de accesos por biometría facial está diseñada para reconocer a personas con total privacidad y permitir o impedir su acceso controlado autorizado, incluso a dos metros de distancia.
Un sistema que, además, incorpora una cámara térmica que mide la temperatura corporal de las personas, así como algoritmos de deeplearning con los que se detecta si el individuo lleva mascarilla o no, denegando el acceso en este ultimo caso. También se envía una alarma automática al centro de control para que se active el protocolo de actuación correspondiente.
Control de aforo
Con la COVID-19, el control de aforo con el fin de mantener las distancias de seguridad es otra de las necesidades en muchos establecimientos o entornos. SCATI ha utilizado nuevamente algoritmos de deeplearning en su solución para obtener información sobre cada instalación y conocer la zona más o menos transitada por períodos de tiempo (cámaras de mapas de calor) y detectar la formación de una fila cuando supere un número de personas deseado o el tiempo máximo de espera (cámaras de gestión de filar).
Son soluciones tecnológicas que se pueden implementar en cualquier sector y empresas como supermercados, entidades financieras, hospitales, estaciones de tren, aeropuertos o edificios públicos, entre otros.
Los sistemas son «legales en el marco de la protección de datos de carácter personal» de acuerdo con la Agencia Española de Protección de Datos. Además, SCATI también está asesorando a los clientes para facilitar el cumplimiento de la ley. «Preconfiguramos nuestros equipos para que graben hasta el máximo permitido de 30 días. Hemos diseñado un completo sistema de permisos y usuarios que permite al administrador decidir quién puede acceder a los datos y cómo. Los datos están protegidos tanto en el almacenamiento como en la transmisión y en la base de datos. Para ello utilizamos mecanismos de encriptación y semianonimización según el caso» para que esta información de las personas, como el dato de la temperatura, esté protegido.
Fuente: elEconomista.es