• Moso 3D está instalada en Cadrete, Zaragoza, y recibe apoyo de CEEIARAGON a través de sus servicios CRECE.
  • La empresa democratiza la impresión 3D con su primer modelo de impresora industrial en el que introduce importantes novedades como un mayor número de cabezales para imprimir en distintos materiales directamente sin intervención humana
  • El modelo acaba de salir al mercado en España tras todo el trabajo de desarrollo e innovación, preparándose la startup para dar el salto internacional
  • Alemania y Francia son los mercados objetivos de esta joven empresa

La fabricación aditiva tiene todavía poca implantación en España. Un hecho que se debe principalmente a las barreras relacionadas con la utilización e implantación de esta tecnología y el uso de materiales que requieren distintas condiciones durante todo el proceso de impresión. Y ese fue el punto de partida de la empresa zaragozana Moso 3D, que en 2020, comenzó a trabajar en solucionar los obstáculos detectados en este sector con el desarrollo de su propio modelo de impresora 3D.

El resultado de esta I+D+i ya está aquí. Es Moso MT. Una denominación bajo la que hay una impresora industrial de sobremesa, con tecnología de impresión FFF, con la que se democratiza la impresión 3D. Con este objetivo, en este modelo, esta startup ha introducido novedades para hacer todo el proceso más fácil y directo, además de responder a distintas necesidades.

Hasta ahora, los cabezales en las impresoras 3D eran fijos, pasando por ellos todo tipo de materiales, a pesar de que ser distintos en función del proyecto a imprimir y de tener cada material su propia extrusora. «Hemos cogido el concepto de CNC (Control Numérico Computarizado) para diseñar cabezales específicos para cada material», de manera que estén disponibles para ser utilizados durante el proceso de impresión. «De uno ó dos cabezales, ahora tenemos cuatro», señala Burillo, quien incide en que el cambiador automático de herramientas de esta máquina puede emplear hasta cuatro de forma simultánea.

De este modo, es posible cambiar las extrusoras durante una impresión y realizar el proceso con distintos materiales, al poder emplear diferentes tamaños de boquillas y multimateriales mientras se imprime. Asimismo, este desarrollo también tiene la ventaja de no limitar la impresión a los materiales que se extruyen en condiciones y temperaturas similares. Esta máquina evita a su vez el hecho de tener que empujar diferentes filamentos por una sola boquilla cuando se necesita imprimir en más de un color o material.

La automatización es otra de las principales características de esta impresora con el fin de no tener que realizar ajustes manuales. «La impresión sale directamente sin intervención humana». La propia máquina realiza el ajuste automático de la nivelación de la cama y la compensación de las herramientas para realizar todo el proceso de forma sencilla. Las especificidades de la impresora se completan con la cámara y cama calentadas, el almacenamiento con control de humedad, el filtro HEPA y la puerta corredera automática.

Esta impresora, novedad a nivel mundial, está dirigida a todos aquellos sectores de actividad multimateriales como, por ejemplo, el médico en el que se necesitan diferentes modelos, texturas y colores en la impresión de cada proyecto. «Hemos desarrollado la idea que creemos que va a tener más aceptación», afirma Marta Burillo.

De la idea al mercado

La impresora de Moso 3D acaba de lanzarse al mercado. La comercialización se inicia por España porque es el país natural para empezar a darla a conocer, «pero nuestro mercado está fuera», añade la directiva, quien asevera que la startup ya ha venido trabajando en la participación en ferias internacionales para presentar el producto y poder ir cerrando ventas.

De momento, los planes de Moso 3D contemplan el cierre de acuerdos de comercialización con distribuidores para introducir su impresora en países como Francia y Alemania. Dos destinos elegidos por su liderazgo y posición en la fabricación aditiva y que van a ser claves para la startup. No obstante, la empresa está recibiendo solicitudes de todo el mundo, incluyendo destinos tan lejanos como Japón. Las primeras ventas internacionales se estima que podrían producirse ya a finales de este año.

Además de ahondar en la comercialización, la empresa, con sede en Cadrete, en Zaragoza, seguirá avanzando en incorporar más novedades a este modelo de impresora. Por ejemplo, se contempla el desarrollo de más cabezales. Entre las posibles opciones figuran los destinados y diseñados específicamente para el marcado láser, silicona, metal, pellets o fibra continua.

Las innovaciones no acaban aquí. Moso 3D también se espera dotar a la máquina de inteligencia artificial de cara al mantenimiento predictivo. Un avance que podría introducirse en el horizonte del año 2025.

En la actualidad, Moso 3D está formada por cinco socios, todos ingenieros con experiencia previa en la impresión 3D y que han contribuido a impulsar este novedoso desarrollo y la empresa, especializada en el desarrollo y fabricación de impresoras industriales 3D.

Precisamente, por su actividad, acaba de ser reconocida como startup más innovadora en Aragón con el Premio Emprendedor XXI. Este galardón está impulsado por CaixaBank, a través de DayOne, y cootorgado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo mediante ENISA.

Además, en el caso de la comunidad, cuenta con el apoyo de CEEIARAGON estando adscrita a los servicios CRECE, y también recibe apoyo de la Fundación Aragón Emprende. El premio incluye una dotación económica de 6.000 euros y la participación en un programa de formación internacional. Moso 3D también cuenta con el apoyo de Sodiar (Sociedad para el Desarrollo Industrial de Aragón) mediante un préstamo participativo en el marco de las partidas del fondo de innovación, entre otros.

El Economista