Conocida por su riqueza y tradición culinaria, España está brillando en la industria de innovaciones alimentarias. El director general del mayor acelerador de startups de Europa, Eatable Adventures, José Luis Cabañero, atribuye el éxito a la presencia de «grandes centros de investigación biotecnológica en España». Cabañero dice que la fuerza principal detrás de muchas de estas startups es el deseo de «optimizar». Feltwood, empresa instalada en CEEIARAGON, es una de las 5 startups españolas de tecnología alimentaria que dejan con la boca abierta.
José Luis Calbiño añade: «Los nuevos productos son mejores para los humanos, mejores para la naturaleza, y también mejores para la creatividad».
«Ahora los startups toman en cuenta la sostenibilidad: hay una gran demanda de productos vegetales, por ejemplo. Y tienen como objetivo una huella de carbono negativa».
Estas son 5 startups españolas de tecnología alimentaria que nos han dejado boca abierta.
- Feltwood: Transformando residuos de alimentos en envases
Con sede en el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Aragón, CEEIARAGON, en sus instalaciones de Zaragoza, Feltwood ha creado una tecnología que produce materiales de embalaje a partir de residuos agrícolas y vegetales no aptos para el consumo humano.
«Los materiales de Feltwood son 100% fibras vegetales», explica la directora general de la empresa, Arancha Yáñez: «no tiene plásticos, adhesivos, ni aglutinantes de ningún tipo, por lo que es una verdadera alternativa al plástico y a la madera en muchas ocasiones».
El material es apto para fabricar bandejas de frutas y verduras, e incluso para producir muebles, juguetes, o aislamiento térmico y acústico.
Yáñez cree que hay una creciente demanda social por soluciones ecológicas y específicamente por reducir el uso de plásticos.
«La exigencia se ha reflejado, incluso, en la reciente legislación de la UE», dijo a Euronews.
«Debemos continuar nuestro trabajo para encontrar soluciones más ecológicas para esta y para todas las industrias. Esta es la única alternativa, no hay un ‘planeta B'».
Feltwood se inició en CEEIARAGON pasando por las distintas fases de esta incubadora de empresas innovadoras y tecnológicas: coworking, preincubación y incubación en nave, encontrándose en este momento en fase de expansión dentro de la incubadora.
- Cubiq Foods: Mejor grasa
Los expertos en biotecnología y farmacia, Andrés Montefeltro y Raquel Revilla, lanzaron Cubiq Foods en diciembre de 2018. El dúo quería aplicar sus conocimientos para desarrollar productos más saludables, y dirigieron sus esfuerzos a un alimento en particular: la grasa.
«En Cubiq Foods, nuestro objetivo es incorporar una nueva tecnología de estructuración de grasas para reducir el contenido de ácidos grasos saturados y también del contenido calórico, sin perjudicar la textura del producto final», explica Andrés Montefeltro.
Para ello, el equipo creó grasas celulares con alto contenido en ácidos grasos omega 3.
Su creación no está diseñada para ser consumida como tal, sino para ser añadida a otros alimentos terminados, como carne cultivada en laboratorio, para mejorar su sabor y textura.
Cubiq Foods también está trabajando para transformar aceites líquidos en sólidos. La creación podría ser una alternativa al aceite de coco, que tiene un alto contenido de grasas saturadas.
La startup dice que tiene más de 30 clientes potenciales en España, pero tendrán que esperar hasta finales de 2020 cuando Cubiq Foods termine sus prototipos.
- Heura: no es cualquier soja
Para el ex activista de derechos humanos y cofundador de Heura, Bernat Añaños, el punto de partida es claro: «Para 2050, habrá 10.000 millones de personas en el planeta. Y tomando en cuenta estas predicciones, no habrá suficiente comida para alimentar a todo el mundo, y no habrá suficiente espacio para alimentar al ganado».
Se necesita un 94% menos de agua para crear Heura, que para la misma cantidad de proteína de ternera. Y mientras que 1 kg de carne de ternera requiere 20 kg de alimento de cereales, la misma cantidad de Heura sólo necesita 0,5 kg de soja.
Heura hace productos tipo «pollo» y «bistecs», y ambos -según la empresa- engañan a la gente en pruebas de sabor a ciegas.
«Cuando empiezan a comer alimentos de Heura, la gente piensa que está comiendo carne, y cuando saben [que no contiene carne], quieren recomendarla a sus amigos y familiares», dice Añaños.
Heura está presente en 7 países de Asia y Europa, y planea expandirse en América Latina.
- EthicHub: préstamos, inversión y café ético
EthicHub es una plataforma de «préstamos colectivos» que pone en contacto a agricultores que no tienen acceso a préstamos bancarios, con inversores que buscan mayor rentabilidad o que simplemente desean tener un impacto social.
Basado en la tecnología de cadenas de bloques, EthicHub «facilita las conexiones financieras globales entre los pequeños agricultores, especialmente los caficultores de Chiapas, México, y los minoristas europeos», explica el director general mexicano-español Jori Armbruster.
Desde septiembre de 2020, la plataforma cuenta con 500 prestamistas de todo el mundo. Los préstamos son utilizados por los agricultores para comprar abono, secadores solares de granos, o para pagar los salarios de los empleados.
En consonancia con algunos de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, el principal objetivo de EthicHub es «eliminar la pobreza en la región», y el de Armbruster: «cultivar otra forma de hacer las cosas y crear un modelo aún más rentable que el tradicional, donde se explotan los recursos».
- Foodini: una impresora 3D para su cocina
Natural Machines fue lanzada en 2012, y es considerada como líder en el sector de la tecnología alimentaria. La marca es mejor conocida por su máquina de impresión de alimentos en 3D: Foodini.
Vinculada a una aplicación accesible a través de un teléfono inteligente o una tableta, el usuario simplemente selecciona un patrón, o una forma y puede añadir hasta cinco ingredientes.
«Foodini» entonces empuja la comida por una cápsula, a través de la boquilla, y la imprime en varias capas. Es bastante similar a una impresora de inyección de tinta», explica la cofundadora Lynette Kucsma.
Foodini puede preparar un plato completo, como una pizza o una pasta, o puede usarse para crear diseños complejos en un pastel, por ejemplo.
«Se gana eficiencia en la cocina, sí. Pero también es una forma más fácil de hacer comida casera», añade Kucsma.
Foodini sólo mide 43×45 cm y cuesta alrededor de 4.000 euros. El electrodoméstico inteligente ha recibido múltiples premios, y está clasificado en el 5% superior de la lista oficial de FoodTech 500, conocido como el equivalente del Fortune 500 para para FoodTech.